Michael Nielsen reflexiona en general sobre la forma de hacer ciencia y comunicarla en la actualidad y dice que esa forma viene marcada por un sistema que no necesariamente tendría por qué ser así. Se pueden incentivar otras formas de hacer ciencia y otras formas de comunicarla y tal vez existan razones para hacerlo. El movimiento Open Access, por ejemplo, ha recibido en muchos países mucho apoyo institucional para la ciencia financiada con fondos públicos. Los cientificos han respondido a los incentivos que la nueva organización les ha ofrecido y publican investigación de primera línea en este tipo de revistas. El imperio de las empresas editoriales de publicaciones cerradas, ajenas a los objetivos de la ciencia (o sólo en línea con ella cuando los objetivos científicos coincidían con los objetivos empresariales), se ve amenazado y, si su estructura lo permite, deberían adaptarse a nuevas formas.
La invención de la publicación científica y su vinculación al progreso profesional individual redundó en favor del progreso de la ciencia al hacer públicos los resultados de todos los investigadores, que se preocupan desde entonces de difundir sus resultados rápidamente entre las revistas. Hoy, esa forma de comunicar la ciencia, que no ha cambiado básicamente en siglos, es lenta (desde que el investigador la transmite a las revistas) y limitada. Mucha información se queda en los laboratorios, o tarda años en salir a la luz, y los artículos científicos son sólo una aproximación al verdadero conocimiento. Un artículo científico se ha convertido muchas veces más en un mérito que en un verdadero producto que alguien usa. Y muchos científicos lo ven como un precio a pagar más que como una obligación al dedicarse a la ciencia. Es, al fin y al cabo, darle ventaja "a la competencia". O así lo ven algunos... Esa lentitud e incompletitud en la transmisión de la información científica estaban justificados en el pasado por la falta de herramientas. Las herramientas de Internet, en particular, ofrecen hoy nuevas formas más rápidas, completas y colaborativas de hacer ciencia y también de comunicarla. Faltan probablemente, eso sí, los incentivos para hacer la transición a ese nuevo modelo que probablemente no sea único y que hay que inventar.
¿Cómo será la publicación científica en el futuro? ¿Habrá uno o varios tipos? ¿Cómo será la forma de hacer ciencia del futuro? ¿Estamos realmente viviendo tal transición? ¿Es necesaria? ¿Qué méritos científicos valorarán las agencias de financiación y de acreditación del futuro? ¿Cómo se puede incentivar el cambio?
Puedes reflexionar con nosotros sobre cualquiera de estos temas del poliedro de la Open Science en un ensayo (en el formato y soporte que desees) y que será valorado entre las pruebas de evaluación voluntarias que se os ofrecen en esta asignatura. Nuestra mente tiene una capacidad fantástica que es imaginar el mundo como no es. Imagina cómo podría ser la forma de hacer ciencia y la forma de hacerla pública, después de reflexionar sobre los inconvenientes de los modelos actuales.
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